miércoles, 5 de febrero de 2014

El redescubrimiento de la terapia por bacteriófagos en occidente

Investigadores de la Universidad de Leicester han aislado fagos que se unen específicamente a Clostridium difficile, una bacteria que causa infecciones en el intestino que ha causado en Reino Unido 1646 muertes el año pasado. En el laboratorio los virus eran un 90% efectivos contra las cepas más virulentas de esta bacteria. El problema con esta bacteria es su alta capacidad para resistir todo tipo de antibióticos, por ello se están buscando métodos alternativos para tratar estas infecciones como lo es la terapia por fagos.

La Dra Martha Clokie, del Dpto de Enfermedades Infecciosas, Inmunidad e Inflamación de la U. de Leicester ha declarado que los fagos van a jugar un papel principal en las próximas décadas: "Las soluciones que proporcionan los antibióticos están disminuyendo a un ritmo que nadie había podido imaginar con más y más bacterias volviéndose multirresistentes, esto tiene que relanzar la búsqueda de nuevos tratamientos" ha declarado.


Los virus de bacterias, conocidos como bacteriófagos que significa comedores de bacterias, o fagos como también se les conocen se unen específicamente a la membrana de las bacterias e inyectan el contenido de su cápside (la cabeza) dentro de la bacteria. El ADN del fago se multiplica y fabrica las proteínas necesarias para volver a ensamblar virus nuevos. Una vez hay más de 200 copias del virus, rompen la membrana de la bacteria y se dispersan para buscar nuevas "víctimas"
Al contrario que los antibióticos los fagos generalmente solo infectan a una cepa de una especie de bacteria determinada. Son así de específicos. Esto los podría hacer particularmente efectivos para el tratamiento de infecciones de Clostridium difficile que se vuelven peligrosas en los tratamientos con antibióticos ya que interfieren en el equilibrio con las bacterias beneficiosas del intestino. Clostridium vive en ambientes anaeróbicos, sin oxígeno, así que suelen ocultarse en pliegues de las vellosidades del intestino que son difíciles de alcanzar por los antibióticos. Cuando la mayoría de la flora bacteriana ha desaparecido entonces es su momento y colonizan en solitario el intestino cuando se ha cesa la ingesta de antibióticos.

Esta técnica con fagos se usó por primera vez en los años 20 del siglo pasado por el pionero Felix d´Herelle. Con la llegada de la penicilina fue dejada de lado en los países occidentales y sólo se continuó en el bloque soviético, especialmente en Polonia y en la República de Georgia.
Fases del ciclo de un bacteriófago
"Una enfermedad bacteriana comienza a ser problemática cuando nos quedamos sin antibióticos para tratarla, por eso se está viendo resurgir el interés por este campo" ha declarado la Dra Clokie. "Mis colegas rusos en la U. de Leicester todos recibieron fagos cuando eran niños por problemas que en UK hubiesen sido tratados con antibióticos" ha dicho. Una de las ventajas de los fagos es que no son efectivos contra las células humanas, solo atacan bacterias.

El trabajo de la Dra Clokie es la primera vez que los fagos se usan contra Clostridium difficile. El siguiente paso será desarrollar una mezcla que contenga los fagos más efectivos contra esta bacteria. Así si aparece una bacteria mutante resistente a un fago habrá otros que todavía puedan realizar su trabajo de exterminación haciendo que este producto se pueda mantener efectivo en el tiempo. Ahora se encuentra en fase I de los ensayos en personas financiado por la farmaceutica AmpliPhi.

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