jueves, 30 de junio de 2011

Breve historia de la quimioterapia

El tratamiento de las infecciones comienza cuando los chinos hace más de 2500 años utilizaron la cáscara enmohecida de la soja en el tratamiento de carbuncos, forúnculos e infecciones similares.

En el siglo XVII el español Celestino Mutis descubre la quina, extraída de la corteza de la planta Cinchona pubescens como tratamiento para la malaria y también se descubre también el tratamiento de la amebiasis mediante la emetina, un alcaloide extraído de la raíz de la ipecacuana.

Lámina botánica de la planta ipecacuana.

Paul Ehrlich, en 1910, descubre lo que él llamó la “bala mágica” que se comercializó con el nombre de Salvarsán (dioxidiamino arsenobenzol) un compuesto de arsénico efectivo contra la bacteria que provoca la sífilis. Ehrlich creó sus famosos postulados para que un agente quimioterápico sea eficaz:

1. Que sea fuertemente activo contra microorganismos o parásitos.

2. Que sea fácilmente absorbible por el cuerpo.

3. Que sea activo en presencia de tejidos o fluidos corporales.

4. Que posea un bajo grado de toxicidad para el paciente, y por tanto un alto índice terapeutico.

El alemán Domagk en 1935 descubrió la sulfamida, un compuesto químico con actividad antibiótica frente a algunos tipos de bacterias. La sulfamida comercializada como Prontosil era efectiva contra las infecciones causadas por estreptococos. Domagk trató a su propia hija con Prontosil y consiguió curarla evitando la amputación del brazo de su hija. ¡Qué satisfacción para un padre y para un investigador!. Domagk obtuvo el premio Nobel por el descubrimiento de la sulfonamida Prontosil, primera droga efectiva contra las infecciones bacterianas. Fue forzado por el régimen nazi a rehusar el premio, que recibió finalmente en 1947.

Fleming descubrió la penicilina en 1929 y Florey, ayudado por Chain lograron extraer la penicilina de cultivos de hongos y purificarla. La penicilina fue el primer antibiótico de amplio espectro, es decir, capaz de matar a todo tipo de bacterias. En ese momento comienza la Edad de Oro de los antibióticos.

La ventana del segundo piso (la que queda encima de la placa azul) es la que se dejó abierta Fleming un fin de semana y que fue responsable de que se le contaminasen los cultivos bacterianos con el hongo productor de antibióticos. Cuando llegas a Heathrow coges el tren hasta la estación de Paddington. El hopital de Saint Mary está a dos minutos andando desde Paddington.

Hoy en día, con la aparición de cepas de bacterias resistentes a todo tipo de antibióticos se dice que hemos entrado en la Era Postantibiótica.

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