martes, 17 de agosto de 2010

Pasteurella multocida

El culpable de la peste que está diezmando las poblaciones de ciervos en Zamora y León ya tiene nombre. El Centro Nacional de Veterinaria de Algete (Madrid) confirmó a la Junta de Castilla y León que el microbio que ha matado a más de un centenar de venados en apenas 15 días es la Pasteurella multocida, una bacteria habitual en el tracto respiratorio de estos animales.

La Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta, que anunciará hoy las medidas a tomar ante el brote, rechazó dar más detalles. Sin embargo, los veterinarios consultados creen que todo apunta a que las inusualmente altas temperaturas en Zamora y León a finales de julio provocaron una bajada de defensas en los ciervos, haciendo que las toxinas bacterianas invadieran el torrente sanguíneo desde los pulmones. En estas condiciones, los daños son letales en unas pocas horas.

Los ganaderos acusan a la Junta de falta de transparencia

Fuentes de la delegación territorial de la Junta en Zamora explicaron a Público que el recuento de cadáveres confirmados alcanza los 120 en la provincia, más otra decena en León. Sin embargo, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) hablan de "varios centenares" de cadáveres, citando los testimonios de los vecinos de la zona.

El pasado viernes, ambas asociaciones cargaron contra la Junta, gobernada por el PP, por su falta de transparencia. "La enfermedad se está extendiendo y se está agravando el problema sanitario y aún no se ha concretado la causa de la enfermedad de esta especie silvestre", criticaron entonces la COAG y la UPA, molestas porque la Administración "no había informado oficialmente a las organizaciones agrarias al respecto". La Junta asegura que la bacteria no saltará del ciervo a los rebaños de vacas, cabras y ovejas de la zona.

El PSOE, que ha querido utilizar la peste de los ciervos como munición política, también atacó a la Junta. El procurador socialista Manuel Fuentes compareció ante la prensa sin saber que, horas antes, la Junta ya había comunicado que se trataba de un brote de pasteurelosis. El diputado, no obstante, exigió conocer las causas de la mortandad y acusó al Gobierno regional de "ineficacia, ocultismo, irresponsabilidad y pasotismo". Según informó EP, Fuentes declaró en tono irónico que el presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, y las consejeras de Medio Ambiente y de Agricultura "están descansando mientras que los animales descansan, pero en paz".

En 2007, un brote similar mató a más de 460 cérvidos en Cádiz

El PSOE de Castilla y León sostiene que el brote epidémico ya ha matado 300 ejemplares, pese a que el Gobierno autonómico sólo confirma unos 130. Fuentes de la Junta, no obstante, reconocieron que son "conscientes de que los dueños de los cotos no están diciendo todo lo que hay", aunque sostienen que las autoridades están informando con "la máxima transparencia".

Tranquilidad
El presidente de honor de la Sociedad Euromediterránea para la Vigilancia de la Fauna Salvaje, Tomás Yanes, se mostró "tranquilo" al conocer los primeros resultados de los análisis. "Todos los veterinarios conocemos bien la Pasteurella multocida, no va a persistir en el tiempo", explicó. Esta bacteria ya causó un brote similar en Cádiz en 2007, acabando con la vida de unos 460 cérvidos.

Los dueños de los cotos están ocultando datos, según el Gobierno

Yanes cree, por estudios previos en fincas cerradas, que un brote de este tipo puede matar al 7% o, como mucho, al 10% de una población. En las regiones afectadas, donde viven unos 6.000 ciervos, podrían registrarse unos 600 animales fallecidos, en el peor de los casos. De momento, el 2% de los ciervos ha muerto, según las cifras oficiales, aunque el PSOE eleva la tasa al 5%.

El viernes, la Junta anunció la posible remisión de la peste, dado que los técnicos ya no encuentran ciervos fallecidos recientemente. Para Yanes, el final de la ola de calor puede acabar definitivamente con la enfermedad.

Un enemigo asequible
Luchar contra la ‘Pasteurella multocida’ es sencillo. Al tratarse de una bacteria, sólo se necesita un antibiótico. Sin embargo, en el medio natural la batalla se complica. La política de la Junta hasta la fecha ha sido enterrar los cadáveres en cal viva, lejos de cursos de agua y de animales carroñeros para evitar la diseminación de la enfermedad. Y hoy se conocerá si las autoridades van a establecer nuevas medidas. Los expertos descartan el uso de cebos con antibióticos y confían en que el final de la ola de calor acabe con la ‘peste’.

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